Segunda semana, buenas nuevas...
Segunda
semana…
Gracias a Dios ha
llegado el domingo de esta segunda semana en CDMX. Es grato saber que se han
concluido felizmente dos semanas de estudio. Particularmente, quisiera que no
avanzara el tiempo, todo lo que se aprende en esta bendita universidad es de
mucho provecho y, mejor aún, acompañados de varias personas que caminan en el
mismo rumbo: Jesucristo; sin embargo, uno tiene que aprender a bajar del Monte
Tabor o Sinaí para exponer al pueblo lo que el Señor nos ha dicho en la
montaña.
¿Historia
de la Iglesia?
Se han concluido
dos de las cuatro materias que tenemos que presentar. La primera materia ha
sido una novedad para mí: Historia de la
Iglesia. Es cierto que hay que citar durante los trabajos de
evangelización, enseñanza o predicación, algunos eventos relevantes sobre el
tema que se está abordando, para ver un poco el antes y el ahora de la cuestión
tratada. Sin embargo, no me había percatado de la inmensa bibliografía sobre el
tema y la importancia que tiene conocer, si no a fondo, si de una manera sintética
los principales eventos, fechas, nombres, dificultades, aportaciones que se han
dado a lo largo de la historia de nuestra amada Iglesia Católica.
La riqueza que me
llevo es enorme y un compromiso mayúsculo para no descuidar esta parte de la teología
que, ayuda a entender cómo ha llegado la Iglesia a ser lo que es hoy, pero, más
aún, a ver la mano de Dios que siempre está presente en su Iglesia, tal como lo
prometió el Señor a san Pedro: «las
puertas del abismo no podrán vencerla» (Mt 16,18). Y, ese ha sido el seguro
o promesa de permanencia de esta Iglesia de parte del Señor, porque él ha
dicho: «la palabra que sale de mi boca:
no volverá a mí sin resultado, sino que hará mi voluntad y cumplirá su misión»
(Is 55,11).
Nuevo
Testamento
La segunda
materia presentada fue para mí una delicia: Nuevo
Testamento. Me viene a la mente aquel año 2011, cuando me encontré con el
Señor Jesús y mi vida dio un giro de 180 grados. También el año 2012, en el que
tuve la providencia de Dios de tomar mi primer curso de Biblia, aún lo
recuerdo, fue bastante enriquecedor, pero aún ahí no sabía a ciencia cierta qué
es lo que el Señor tenía preparado para mí.
Ahora que ya
estoy terminando esta bendita experiencia formativa, mirando al pasado, puedo
sentir una suerte de temor al darme cuenta todo lo que el Señor me ha confiado,
y en qué medida he dado fruto. Estudiar esta materia me ha hecho más consiente
de la vocación a la que he sido llamado, y a discernir la voluntad de Dios
constantemente para seguir la senda correcta.
Por una cuestión
de herencia teológica de mi primer maestro de Biblia, siento una mayor
atracción a los estudios enfocados a los libros del Nuevo Testamento, específicamente
los Evangelios. No obstante, en estos años, ha crecido mi interés por profundizar
los libros del Antiguo Testamento y, encontrar a Jesucristo en las imágenes, profecías,
símbolos y figuras de esta obra.
Nuevo comienzo
Han concluido dos materias, pero quedan dos más. Es como un comenzar de nuevo, pero con la experiencia de haber ya estado ahí. El Espíritu Santo nos ayude a avanzar en este camino que él ha inspirado recorrer.
Les estaré comentando las impresiones de la semana.
Hoy tuve la gracia de estar a los pies de nuestra Señora de Guadalupe, nuestra madre. He agradecido todo el bien que me hacen apoyándome con sus oraciones y apoyos económicos. Que el Señor Jesús sea la recompensa de todos ustedes.
Que nuestro Señor Jesús los bendiga.
Josué Ruiz
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