lunes, 17 de julio de 2017

Segunda semana, buenas nuevas...

Segunda semana, buenas nuevas...


Segunda semana…

Gracias a Dios ha llegado el domingo de esta segunda semana en CDMX. Es grato saber que se han concluido felizmente dos semanas de estudio. Particularmente, quisiera que no avanzara el tiempo, todo lo que se aprende en esta bendita universidad es de mucho provecho y, mejor aún, acompañados de varias personas que caminan en el mismo rumbo: Jesucristo; sin embargo, uno tiene que aprender a bajar del Monte Tabor o Sinaí para exponer al pueblo lo que el Señor nos ha dicho en la montaña.

¿Historia de la Iglesia?


Se han concluido dos de las cuatro materias que tenemos que presentar. La primera materia ha sido una novedad para mí: Historia de la Iglesia. Es cierto que hay que citar durante los trabajos de evangelización, enseñanza o predicación, algunos eventos relevantes sobre el tema que se está abordando, para ver un poco el antes y el ahora de la cuestión tratada. Sin embargo, no me había percatado de la inmensa bibliografía sobre el tema y la importancia que tiene conocer, si no a fondo, si de una manera sintética los principales eventos, fechas, nombres, dificultades, aportaciones que se han dado a lo largo de la historia de nuestra amada Iglesia Católica.

La riqueza que me llevo es enorme y un compromiso mayúsculo para no descuidar esta parte de la teología que, ayuda a entender cómo ha llegado la Iglesia a ser lo que es hoy, pero, más aún, a ver la mano de Dios que siempre está presente en su Iglesia, tal como lo prometió el Señor a san Pedro: «las puertas del abismo no podrán vencerla» (Mt 16,18). Y, ese ha sido el seguro o promesa de permanencia de esta Iglesia de parte del Señor, porque él ha dicho: «la palabra que sale de mi boca: no volverá a mí sin resultado, sino que hará mi voluntad y cumplirá su misión» (Is 55,11).



Nuevo Testamento


La segunda materia presentada fue para mí una delicia: Nuevo Testamento. Me viene a la mente aquel año 2011, cuando me encontré con el Señor Jesús y mi vida dio un giro de 180 grados. También el año 2012, en el que tuve la providencia de Dios de tomar mi primer curso de Biblia, aún lo recuerdo, fue bastante enriquecedor, pero aún ahí no sabía a ciencia cierta qué es lo que el Señor tenía preparado para mí.

Ahora que ya estoy terminando esta bendita experiencia formativa, mirando al pasado, puedo sentir una suerte de temor al darme cuenta todo lo que el Señor me ha confiado, y en qué medida he dado fruto. Estudiar esta materia me ha hecho más consiente de la vocación a la que he sido llamado, y a discernir la voluntad de Dios constantemente para seguir la senda correcta.

Por una cuestión de herencia teológica de mi primer maestro de Biblia, siento una mayor atracción a los estudios enfocados a los libros del Nuevo Testamento, específicamente los Evangelios. No obstante, en estos años, ha crecido mi interés por profundizar los libros del Antiguo Testamento y, encontrar a Jesucristo en las imágenes, profecías, símbolos y figuras de esta obra.



Nuevo comienzo


Han concluido dos materias, pero quedan dos más. Es como un comenzar de nuevo, pero con la experiencia de haber ya estado ahí. El Espíritu Santo nos ayude a avanzar en este camino que él ha inspirado recorrer.

Les estaré comentando las impresiones de la semana.


Oraciones por ustedes

Hoy tuve la gracia de estar a los pies de nuestra Señora de Guadalupe, nuestra madre. He agradecido todo el bien que me hacen apoyándome con sus oraciones y apoyos económicos.  Que el Señor Jesús sea la recompensa de todos ustedes.

Gracias por hacer llegar a más personas estas reflexiones y logran que más personas sean tocadas por el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo.



Que nuestro Señor Jesús los bendiga.

Josué Ruiz

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