ESTOS SON NUESTROS PASTORES:
Padre Elpidio Santiago Chávez, más de medio siglo sirviendo a Dios
Educado en un hogar católico, sobre todo por la sólida formación en la fe de su mamá, el Padre Elpidio descubrió a muy temprana edad su vocación al sacerdocio, junto a su amigo y vecino Vidal Esperanza (+), con quien estudiaba en la primaria Morelos de Ocotlán y aprovechaban los ratos libres para ir al majestuoso templo dominico a orar al santo que cada uno había elegido. Emigró a la Ciudad de México, donde cursó la secundaria; luego retornó a Oaxaca y realizó el resto de sus estudios en el Seminario Pontificio de la Santa Cruz. En julio de 1966 fue Ordenado Sacerdote por Mons. Fortino Gómez León, en la Catedral Oaxaqueña, junto a dos compañeros (Maximiliano y Miguel R.). Su Cantamisa fue en Santo Domingo Ocotlán, cuando fungía como Párroco el alegre Padre Cipriano Olivera, oriundo de Talea de Castro.
Su servicio pastoral lo inició como Vicario del Padre Martín, en Pinotepa Nacional, donde después fue Párroco; también lo fue en Sola de Vega, Zimatlán y San Antonino Castillo Velasco. Ha sido también formador de sacerdotes, primero en el Seminario Regional del Sureste (Seresure), que se ubicaba en Tehuacán, Puebla, donde fue cofundador; después como rector del Seminario Pontificio de la Santa Cruz. Han sido muchas las experiencias satisfactorias que el Sacerdocio le ha dado, desde su Ordenación; recuerda también con cariño aquella multitudinaria despedida que le dieron los feligreses en Pinotepa Nacional. Tanto sus Bodas de Plata Sacerdotales, como las de Oro, las celebró prescindiendo de fiestas sociales, pues la Fiesta de fiestas fue celebrar la Santa Misa. Amante de las Bellas Artes, sobre todo del Teatro, en el Seresure, con la colaboración de los alumnos, montó una obra de Teatro llamada "Asesinato en Catedral", la cual tuvo tal éxito que salió de gira por algunas Parroquias tanto de Puebla como de Oaxaca.
Tiene especial devoción por Nuestra Señora de la Soledad, después de su Cantamisa fue a su Basílica Menor, aquí en Oaxaca, a celebrar la Misa y luego ofició otra en el Santuario de Guadalupe; pues no concibe su Sacerdocio sin la guía y protección de nuestra Madre Santísima. El mayor reto como Sacerdote ha sido dar testimonio, pues considera que son los Presbíteros los principales promotores de las vocaciones sacerdotales, a través del testimonio diario; y por eso les recomienda a las nuevas generaciones que amen su sacerdocio, que no descuiden la oración y que no se sientan solos, porque nunca lo están, pues Cristo, quien los ha llamado, siempre está con ellos y con todos nosotros. Desea dejar en los fieles el legado de la fe y el amor a Jesús, un amor transformador que haga morir nuestro "yo", para que sea Cristo quien viva en nosotros.
Con sencillez, discreción y total entrega, el Padre Elpidio Santiago Chávez lleva ya más de medio siglo al servicio de Cristo. Dios siga bendiciéndole y María Santísima siga cubriéndole con su manto santo. ¡Que así sea!
LUBIA ESPERANZA AMADOR.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario