CATÓLICO INSTRUIDO, NO SERÁ CONFUNDIDO
Este 13 de mayo se cumplen 100 años de las apariciones de la Virgen María en Fátima, Portugal. Era el año 1917, el Mundo estaba enfrascado en la violencia ciega de la Primera Guerra Mundial (1914 - 1918); mientras tanto, en su mundo de paz, de juego y de trabajo, tres humildes pastorcitos llamados Lucía, Francisco y Jacinta –de 10, 9 y 7 años, respectivamente-; habían llevado a sus ovejas a pastar a una hondonada cubierta de carrascas y de olivos, era el lugar conocido como Cova de Iría, en Fátima, Portugal; estando ahí, hacia el medio día, se les apareció una "celestial Dama", quien les pidió que volvieran cada día 13 de los siguientes 6 meses.
En un total de 6 apariciones, nuestra Madre Celestial les dio un mensaje a los pastorcitos y a todo el Mundo, cuyo núcleo fundamental es una llamada a la conversión y a la penitencia, como en el Evangelio; pidió el rezo del Santo Rosario, la práctica constante de los Sacramentos, especialmente la Reconciliación y Eucaristía, y la consagración del Mundo a su Inmaculado Corazón. En agosto de ese mismo año, la Virgen Santísima les prometió un signo público, visible por todos, como prueba de la veracidad de estos mensajes; así, el 13 de octubre siguiente, tuvo lugar el llamado prodigio del sol en Cova de iría, pero que fue visto a muchos kilómetros de distancia; por cierto, se ha revelado que ese día también se dejó ver San José, quien llevaba al Niño Jesús en sus brazos y ambos bendecían al Mundo; fue en esa fecha cuando la Santísima Madre de Dios, les reveló que era la Virgen del Rosario.
Los tres pastorcitos, haciendo gala de fe y valentía, se enfrentaron a las incomprensiones de su propia familia, de los vecinos, así como a la persecución del anticlerical gobierno portugués. Aquellos pequeños sabían que "si los mataban, no importaba, pues se irían al Cielo". Los hermanos Francisco y Jacinta murieron siendo todavía niños, pero aún a su corta edad dieron muestra de una fe firme, el varoncito se distinguía por su vida contemplativa, mientras que la niña se caracterizó por su espíritu de sacrificio; en el año 2000 fueron beatificados por San Juan Pablo II y justo en este centenario el Papa Francisco los canonizará, pues ha sido aprobado un milagro obtenido por intercesión de estos pequeños videntes de la Virgen, se trata de la curación de un niño brasileño.
De la mano de María Santísima, como un peregrino en la esperanza y la paz, el Papa Francisco celebrará con júbilo el Centenario de las apariciones de la Madre de Dios, en Fátima, a donde peregrinará el día 12 y 13 de mayo; será el cuarto Pontífice en visitar dicho lugar. Para esta magna celebración se acreditaron 2,000 periodistas de todo el mundo, y en las distintas celebraciones participarán, Dios mediante, 2,000 sacerdotes, 71 Obispos, 8 Cardenales, 432 voluntarios y se espera al rededor de 1 millón de fieles. Ciertamente todos con un espíritu de alegría, pero también conscientes de que el panorama de hace cien años no ha cambiando mucho, pues en ese entonces el Mundo estaba hundido en la Primera Guerra Mundial y hoy estamos inmersos en lo que el Papa Francisco llama una Tercera Guerra Mundial "en pedazos"; y precisamente por ello el llamado de la Virgen a la conversión, es totalmente actual: Es preciso que los hombres se enmienden, que pidan perdón de sus pecados...Que no ofendan más a Nuestro Señor, que ya es demasiado ofendido".
Que celebrar este Centenario, sea para los fieles católicos la ocasión para imitar las virtudes de la Virgen María, para cobijarnos bajo su manto santo, para obtener indulgencias y responder a su llamado. ¡Que así sea!
LUBIA ESPERANZA AMADOR.